Laberinto
de deseos frustrados
que traicionan
colores,
como el camaleón.
Pero en ese
desorden
nos encontramos
fàcilmente.
La muerte
se acerca
empilchada
como
para una
tragicomedia.
El cisne
ya viajó
a otra dimensiòn.
Cadena,
rodilla
y esquizofrenia
se congelaron.
Revivir
dolió más
que intentarlo.
No hay marca
de vacuna
en el brazo;
contraeremos
la paz.
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