Paseo por el barrio con vos
y
me infiltro en el castillo del visir
soy el príncipe que gambetea las mazmorras en busca de su princesa
que se cuelga de las manos filosas de la muerte
y remata en el pecho de los esqueletos de los enemigos
que se autodestruyeron al hablar.
el piso se derrumba cuando mi reflejo hace pie
y del otro lado del espejo
mi sombra se disgrega,
y el reloj de arena ríe hasta romperse.
Me calmás en voz bajita, casi en un tarareo
y así gano las siete vidas del gato
las rodillas del tiranosaurio
las fauces del lobo
y el bonus para llegar al último nivel.
Continuamos el paseo por el barrio
y por el barro,
pero mantengo los zapatos limpios
tengo tu mano junto a la mía
y tus piernas para saltar cualquier charco.