martes, 29 de mayo de 2012

Limón y dulce de leche serrano


Bahía Blanca, 30 de mayo de 2012.

Mi derrota
huele a chinchón,
y el chinchón
huele a vos.

Prendiste el fuego
de la chimenea,
pero para encender
el costado izquierdo de mi pecho
los fósforos
no los necesitaste.

Ví que peleabas
con un crucigrama
en tu remera rayada,
después de pasear
tu cariño
por el Gigante de Arroyito.


 

Hiciste pedazos
mi soledad 
con tu boca. 

Brindemos
una vez más;
prometo
que sin champaña.



No hay comentarios:

Publicar un comentario