Bahía Blanca, 19 de enero de 2012.
Cuando
las tormentas
ya no cesen,
la armonía
se mude
de las estrellas,
y a lo lejos
y entre los dedos
las nubes
ya no sepan
cómo escurrirse,
habrá llegado
el momento
de considerar
una tregua.
Mientras tanto
sentémonos
donde el cielo
nos pueda ver.
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