lunes, 9 de enero de 2012

En tiempo de descuento

Bahía Blanca, 10 de enero de 2012.

Confío en que uno
no es esclavo
de una ilusión
bruta,
papel
palabra
y un par de oídos
pueden atestiguarlo.

Confío también
que aunque
el exceso
de celos
haga
de vez en cuando
estragos
con las letras
del teclado,
el monitor
nos reserva
para el final
y sin rencores
(además de las cenizas
y los rastros
de café)
su mejor 
pantallazo.
 

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