Bahía Blanca, 26 de enero de 2012.
Había una vez
un pequinés
un camino de adoquines
y una mujer.
Al pequinés
lo levantó
con su palma
hermosa,
la muerte.
De una derrapada,
el bondi
se engulló
el camino de adoquines,
y sobrevino
el empacho.
Y si las páginas
en blanco
siguen siendo
árboles,
se podrá encontrar
a la mujer
en la copa
más alta.
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